domingo, 25 de enero de 2015

SERENIDAD (Poesía)






 En mi interior se crea
un espacio para ser
llenado por la serenidad.

Valoro ese estado,
lo cuido y acojo,
haciendo lo necesario,
para resguardarlo.

Observo los pensamientos:
 el ir y venir del pensar.

Observo  los sentimientos:
el ir y venir del sentir.

Tomo posesión
de mi espacio interno
y con serenidad
gobierno mi vida.





miércoles, 14 de enero de 2015

RESISTIR (Poesía)




Pesan los recuerdos,
  actos de desamor,
propios y ajenos.
Pesan las ataduras,
las resistencias,
las mentiras
los protocolos:
EL VIEJO MUNDO.


Pesa el pensar,
constante diálogo;
  críticas y apegos.
Pesan  los enredos,
el dolor registrado
en la memoria,
su reactividad:
LA VIEJA MENTE.


Al alma tan sólo
le queda resistir,
con suma paciencia,
con un único deseo
  mientras espera:
 abrazarse a la luz
cuando esta llegue.

 



sábado, 10 de enero de 2015

NIÑO INTERIOR: (2) Encierro (poesía)







 Siente el encierro. 
No hay puerta, no hay ventana.

Sólo indignación, siente frustración. 
Hace frío, nada acogedor.

Palabras malsonantes,

se enfilan para articularse.


Grita el infante, exige amor. 
Se pelea, se cansa, se rinde…
sólo quiere amor.


Lo ves, te conmueves, le abrazas.
 Le das afecto y  deshaces su hielo.
Corazón con corazón, profundo amor
 que le sana, para vivir en libertad.

NIÑO INTERIOR: (1) Cuesta arriba (poesía)






 Vamos cuesta arriba,
pasito a pasito,
con la niña
recogida en regazo.

Con la niña,
corazoncito hecho
añicos de dolor,
acogida.

Vamos cuesta arriba,
pasito a pasito.
Mira niña:
¡Es el sol!

 Mira niña:
¡Corazoncito y piel
transpirando amor


sábado, 3 de enero de 2015

CONFÍO EN LA VIDA (poesía)






  Por fin confío en la vida,
me acoge en su seno.

 Siento su abrazo.
Aprendo a mecerme,
  nuevo ritmo en su vaivén
ya se va marcando.

Por fin confío en la vida,
ella me da cobijo.

Yo como bailarín
que le ofrece su  danza,
igual que una ofrenda,
en sus escenarios.

La vida es mi amiga,
una gran maestra,
que imparte lecciones.






viernes, 26 de diciembre de 2014

EN MEDIO (poesía)





Ni aquí, ni allí…
A veces naufragando, tragando agua,
buscando tierra firme,
donde apoyar mis pies y sostenerme.

Ni abajo, ni arriba…
voy oscilando,
con movimiento pendular
cambio de dirección.

De vez en cuando en medio.
Una mano arriba, una mano abajo,
una intermediaria: en medio,
armonía aquí y allí: uniendo.




lunes, 22 de diciembre de 2014

EL GRAN RESPLANDOR (poesía)







Abandonando lo mundano:
con sus sensaciones y su espejismo,
para hallar una parcela de paz,
donde brille el sol, arda el amor,
quemando toda farsa.

El cambio está cercano:
estructura destruida por el seísmo
lo anuncia y será capaz
de poder cantar su clamor
en una canción.

El mundo celeste actuará:
como cirujano restablecerá
su luz en un haz, gran resplandor
de un nuevo orden aparecerá.
Al fin la nueva tierra!










sábado, 25 de octubre de 2014

EL DRAGÓN DE CORAZONES (Cuento)







En un lejano pueblo de oriente existe una leyenda sobre un dragón, al que llamaban ”ladrón de corazones”. Era muy temido, pues quien había sido presa de este terrorífico animal, quedaba tocado por una extraña melancolía, luego seguía una segunda fase donde el individuo para paliar ese sentimiento y no sentir dolor, se atrincheraba en sí mismo, para hacerse fuerte y lidiar con el exterior, pues el dragón había succionado toda energía amorosa dejándolo árido y seco, tan seco que había sellado su interior con una capa de hielo.

En aquel pueblo  ya quedaban pocos corazones, así que el rey decidió poner remedio a esta tremenda situación e hizo anunciar a través de un mensajero que se compensaría con grandes riquezas a quien pudiera liberarles de aquel monstruoso animal, que se estaba llevando su felicidad y estaba dejando a sus habitantes en un frío raciocinio extremadamente calculador. Algunos ya lo habían intentado sin éxito alguno.

En aquel pueblo, como es normal en otros, se celebraban bodas. Las partes implicadas estaban ilusionadas con su enlace, pues sólo deseaban llenarse de amor, pero transcurrido un determinado tiempo se daban cuenta que el otro estaba vacío y nada podía darle sino exigir amor sin medida, de forma insaciable. Estaban tan sedientos de amor, que se disfrazaban y usaban complicadas estrategias, para poder obtenerlo de su cónyuge, pero la gran frustración venía cuando todas sus artimañas fracasaban, porque el otro también estaba esperando lo mismo para llenar su gran vacío. Como es normal un vacío no podía llenar otro vacío. Se sentían subyugados, amargados, llenos de reproches y exigencias que no se cumplían. Nadie quería dar, pero todos querían tomar amor.

Un día pasó por aquel lugar un extraño ermitaño, que se presentó como sanador. Era clarividente y más que ver personas, vio almas esqueléticas que se paseaban por las calles. Aquello fue una visión escalofriante: estaban muertos por dentro. Habría que insuflarles vida con amor, pero aquello era mucho trabajo y le sobrepasaba.  ¿Cómo podría sanarlos a todos? Entonces después de darle algunas vueltas al asunto, se le ocurrió empezar por las parejas y se ofreció como consejero matrimonial; pero no funcionó. Nadie quería colaborar, el  hielo interior no les dejaba.

Habría que hallar algún nuevo remedio que fuera efectivo y al mismo tiempo desarmase al dragón. Se inscribieron muchos más candidatos con pócimas aparentemente extraordinarias. Hubo más de uno que contribuyó con alguna  brebaje de extrañas hierbas, recogidas –según se cuenta- en un bosque mágico; pero éstas sólo le producían un profundo sueño y aunque en ese estado era vulnerable la fierecilla, nadie quería acercarse para darle muerte, por miedo a que se despertara.  

Ya no acudían visitantes ni a las ferias, porque se había corrido la voz de lo que acontecía y se rumoreaba que era un viaje de ida sin vuelta. Los habitantes apenas salían de sus casas, porque estaban  aterrados. Tan solo lo hacían para ir en busca de alimentos y lo hacían con el miedo a   regresar  vacíos y fríos.

Cuando menos se lo esperaban, un día llegó a la villa una extraña niña, que llevaba en la cabeza una especie de escafandra, esos cascos que se ponen para bucear, ya habréis visto alguno. Se dice que era un habitante de otra galaxia. Desconocía la existencia del dragón. Se paseaba por las desérticas calles y aquello le pareció un pueblo abandonado. Mientras se paseaba iba recogiendo alguna que otra semilla y algún que otro fruto. Gozaba del calor del sol y de la suave brisa que levantaba sutilmente sus cabellos dorados. Iba tarareando alguna canción cuando vio en el horizonte un fuego.  Se acercó con cautela y vio al dragón bostezando, mientras éste emitía una gran bola de fuego, que lentamente salía de su boca, como una bocanada.  La niña la convirtió en una antorcha y jugaba con ella. El dragón medio somnoliento quedó asombrado: en la niña había ausencia de miedo. Quedó desconcertado. La criatura cuando se cansó de jugar, apagó la antorcha y se quedó mirándolo fijamente a los ojos. Su mirada penetró su alma y vio en ella un gran vacío causado por un gran abandono y falta de amor en su más tierna infancia. Palpó su dolor y se enterneció. Se  hizo copartícipe y en aquel momento los dos eran el mismo corazón roto.  La niña aprovechó esta oportunidad que se le brindaba y a modo de transfusión le traspaso, voluntariamente y con gran conciencia, parte de su energía amorosa, mientras se abrazaba a su lomo. El dragón empezó a llorar, jamás nadie lo había abrazado y lloró durante todo un año, sin cesar, con gran tristeza. Sus lágrimas tenían el poder de deshacer el hielo del embrujo de los corazones que había helado.

La niña  pidió a cada uno de los habitantes de corazón rescatado, que se subiera encima del lomo del dragón y lo abrazase. Y así fue, como poco a poco todos los habitantes sanados, a diario, hacían cola para darle un abrazo, ya no le tenían miedo. Poco a poco el tamaño del animal iba disminuyendo, también sus lágrimas. Finalmente cuando la niña cumplió dieciocho años, el dragón se convirtió en un hermoso príncipe. El rey,  que no tuvo hijos, los adoptó como suyos y les nombró sus sucesores. Se dice que gobernaron con gran corazón, que sus acciones siempre fueron ecuánimes y que se propago una gran felicidad entre todos sus habitantes. Todo extranjero que visitaba aquel cálido lugar era contagiado de una gran fuerza amorosa y que a su vez éste también se convertía en fuente de transmisión de amor.